Campo Vacio, por Diego Sandro
El misterioso celo con el que don Victor Combarti mantuvo cercada e improductiva una parcela de sus 6 acres de tierra no tuvo explicación hasta que sus herederos dieron con el manuscrito que descansaba junto a la escritura, cuando discutían la herencia de sus bienes. El texto estaba fechado en los días convulsionados de 1961 donde se desató la gran huelga en el Ingenio. Las acciones de los peones llegaron a aislar el municipio durante 11 meses y hasta se llegó a acusarlos de sabotear vehículos de las fuerzas del orden. Don Victor, que por ese entonces tenía 14 años y disfrutaba cazando aves en la laguna sorprendió entre los altos pastizales un camión militar disimulado cargado con barriles en los que identificó las peligrosas siglas que había visto tantas veces en las ojivas manipuladas por los villanos en sus historietas: “uranio/material radiactivo”. De regreso en el rancho detalló el episodio a su padre, don Patricio, quien destacó un grupo de peones que confirmaron las pal