El rostro fantasma, por Diego Sandro
Cuando sonó el teléfono Karol veía los Cazafantasmas y Bill Murray coqueteaba con Sigourney Weaver. La voz al otro lado le encomendó trabajo: el seguro lo mandaba a la Cordillera a investigar la desaparición de un camión de transporte. Se puso a trabajar de inmediato. La última vez que habían visto la unidad seguía el camino correcto, la ruta 10 y era 24 de abril. Debió llegar el 2 de mayo a Valladena. La familia de Mario Truco no tenía noticias y tampoco le importaba. La esposa creía que los había abandonado, habida cuenta la mala relación que tenían. El caso se presentaba difícil. En los siguientes días Karol repasó el recorrido completo en el mapa y se concentró en los últimos 650 kilómetros. Era un trayecto donde el camino seguía una traza de montañas y precipicios de tal modo que una mínima falla podría haber precipitado el vehículo. El inspector rentó un Ford Falcon y recorrió el mismo camino. Buscaba una señal. Una huella. Nada. Todo lucía en perfecto estado: la ca