Diego Armando Maradona: el vuelo del pelusa
En los noticieros dicen “murió Maradona. Para mi generación fue “ Diego ”. Porque la autoridad de ícono cultural de Maradona le permitió patentarlo como propio. Creo que el quiebre en la vida de Diego fue en el 91 cuando le saltó el primer doping y dejó Nápoles para venirse a la Argentina y la noche de Caballito. Ese 91 fue un antes y un después. Es difícil imaginar por qué los dueños de un espectáculo deportivo resignarían un promotor del negocio como Diego. Solamente puede explicarlo el eterno recelo, el heredado menosprecio cultural. Cómo no sentir que se lo sacaban de encima , que le estaban haciendo pagar en la FIFA y en Italia haberlos sacado de la copa, haberles gritado el gol en la cara, haberlos insultado cuando puteaban el himno. Años más tarde lo confesaba en el documental de Kusturika dando nombres y apellidos de quienes lo traicionaron en un mundo donde la droga era moneda corriente para todos. Cuando volvió en el Sevilla, en Newells, en Boca, ya había mas l